[1][2][3] Es uno de los terremotos más fuertes que ha sacudido a Nicaragua desde el sismo del 10 de abril del mismo año el cual tuvo una magnitud de 6.2 grados y se sintió en gran parte de Centroamérica.
El sismo fue confirmado como terremoto en declaraciones dadas por Jorge Meléndez,[4] director de protección civil de El Salvador.
Fue sensible en toda Centroamérica y autoridades nicaragüenses cancelaron clases como medidas preventivas.
Se registraron daños materiales leves.
Solo se reportaron tres muertes, dos de ellas por paro cardíaco debido a la impresión del sismo estos fueron un hombre[5] en San Miguel y una mujer en Santiago de María,[6] el otro después de haber sido golpeado por un poste de tendido eléctrico que se desplomó esto en la ciudad de San Miguel.