La fuerza desatada por ellos fue suficiente para provocar daños graves, muertos y heridos en Nahrīn y en otras zonas de Afganistán.
Los sismos, al principio, dejaron un saldo de 2 muertos, 28 heridos y 170 desaparecidos, 100 de ellos por un deslave ocasionado por los movimientos telúricos en la provincia de Baghlan, derrumbando 22 casas y temiendo que los muertos sean 100 en realidad.
[1] Después de lo ocurrido, se confirmó que son 80 las personas que quedaron atrapadas por el deslave.
Muchos medios han confirmado que esas 80 personas están muertas mientras que otras fuentes dan datos de 50 personas muertas.
[2] Días después, la cifra subió con un saldo de 75 muertos en total.