Ningún equipo ha traído hasta ahora tecnología cualquiera o alianza de algún tipo contra los Goa'uld.
Tal tecnología presentaría la ventaja táctica que la secretaria de defensa estaba buscando, y SG-1 es enviado por ella.
Ponen una trampa y separando a los guardias de Apophis lo dejan indefenso, sin embargo, en ese momento, él activa un escudo personal que rechaza todos los ataques.
Conocen a sus habitantes, una pequeña gente mansa con el pelo desordenado llamada Nox.
Son silenciosos al principio, y apenas escuchan lo que dice el SG-1, pero resulta que en todo ese corto periodo, ellos en realidad estaban aprendiendo inglés y pronto ya empiezan a comunicarse con el equipo terrestre.
Sin embargo, el SG-1 repentinamente logra ver como los Nox la reviven, y comprenden que fue así como ellos fueron salvados.
El SG-1, junto con los Nox, lo encuentran y lo traen de regreso a la aldea para revivirlo.
Ya lejos, O'Neill y el resto trazan un plan para detener a Apophis.
El equipo no tiene más opción que regresar a donde debería estar la Puerta.
Para finalizar, O’Neill comenta un mensaje dado por Anteaeus anteriormente: "Los jóvenes no hacen siempre lo que se les dice".