The Shock Labyrinth

A diferencia de las demás, esta es su primera película en 3D.

Su vida podría cambiar cuando ésta cae inconsciente y ellos la llevan al hospital, donde corren el riesgo de quedar atrapados dentro de un terrorífico laberinto del cual no existe escapatoria.

Un grupo de niños entra a una inusual casa de los sustos, y algo extraño pasa… Años más tarde, cuando estos niños, ya convertidos en jóvenes, se reencuentran, un personaje del pasado reaparece, y por su causa tienen que adentrarse en un anómalo hospital, que resulta ser en realidad un laberinto donde no parece haber salida, y donde el pasado que creían haber dejado en el olvido, vuelve para atormentarlos.

Se darán cuenta de que están atrapados en un lugar donde surgirán sus más profundos temores... A través de una narración elíptica y fragmentada, que salta constantemente entre el pasado y el presente, vamos descubriendo gradualmente los eventos acaecidos 10 años atrás, y el rol que cada uno de estos jóvenes desempeñó en esa tragedia.

Sí, es cierto, Shimizu con su último film no busca ni mucho menos repetir esquemas que tan buen resultados le dieron, pero la cuestión es que lo que sí busca es construir una nueva propuesta donde el terror y un forzado dramatismo que sale a relucir en los peores momentos den a luz otra criatura en una carrera que ha encontrado puntos de regeneración, incluso de autoparodia.