Este principio de diseño dio origen a un lema del Ayuntamiento: "No hay un mal asiento en la casa".
El Salón ha mantenido una estrecha asociación con los poetas y la poesía que continúa hasta hoy.
Imaginado como un medio para ampliar la audiencia (primero a nivel nacional, y luego internacionalmente) de los programas que se llevaron a cabo en el Salón, sirvió para promover el libre intercambio de ideas.
[3] Las propiedades acústicas sobresalientes del Salón para la música en directo (algunos artistas afirman que rivaliza con el Carnegie Hall) fueron descubiertas durante el primer evento musical celebrado en el lugar: un recital del violinista español Juan Manén el 12 de febrero de 1921.
Más tarde, en 1921, el compositor alemán Richard Strauss ofreció una serie de conciertos que consolidaron la reputación del Salón como un espacio ideal para presentaciones musicales.
Aparte de la acústica, las líneas de visión y la intimidad notable del auditorio lo han convertido en un lugar popular tanto para artistas nuevos como experimentados, sea cual sea el instrumento, el repertorio o el estilo del artista.
En 1928, el Salón comenzó a producir series de conciertos musicales regularmente, y durante las siguientes temporadas, "The Town Hall Endowment Series" presentó artistas como Serguéi Rajmáninov, Ignacy Jan Paderewski, Lily Pons, Fiódor Chaliapin, Yehudi Menuhin y muchas más leyendas del repertorio occidental clásico.
En junio de 2005, el sello Uptown Records lanzó un disco compacto que contenía siete grabaciones restauradas, transcritas del acetato realizado durante el concierto.
Los participantes de la serie incluyen entre otros a: The Art Ensemble of Chicago, Lounge Lizards, Cassandra Wilson, Meredith Monk y Allen Ginsberg.
Su sucesor, Live from Here, dirigido por Chris Thile, ahora aparece con mayor frecuencia en 'The Town Hall.