El Thompson Autorifle era un fusil semiautomático que utilizaba el cerrojo Blish para retrasar la acción del arma.
El Autorifle Modelo 1929, que disparaba el cartucho .276 Pedersen, fue probado junto a los fusiles diseñados por John Douglas Pedersen (retroceso retardado) y John Garand (recarga accionada por gas), que culminó con la adopción del M1 Garand.
Entre sus aspectos negativos, el Autorifle precisaba cartuchos lubricados para funcionar correctamente y la eyección de los casquillos vacíos era tan violenta que resultaba peligrosa para cualquiera que estuviese cerca del tirador.
El cerrojo arma el percutor al abrirse (como en el fusil Mauser) y dispara cuando está cerrado.
El cajón de mecanismos tiene una sección circular, con el seguro y el alza en la parte posterior.