Junto con su cuñado, fundó una pequeña empresa que comerciaba con acero sueco para los ferrocarriles británicos en 1887.
[3] Luego este mismo personaje convenció a los turcos de que el sumergible griego resultaba una amenaza para ellos, y les vendió dos unidades.
Construidos en secciones por Des Vignes (Chertsey) y Vickers (Sheffield), se ensamblaron en el astillero naval de Taşkızak, en Estambul.
El Abdul Hamid se convirtió en el primer submarino en la historia que disparó un torpedo estando sumergido hundiendo un viejo barco objetivo aunque, al dispararlo por la consiguiente pérdida de peso y su mal diseño se levantó de proa y se hundió de popa.
Los Abdül Hamid y Abdülmecit fueron revisados en 1914 por técnicos de la Armada Imperial alemana en Estambul.