El topónimo ya da idea del paraje, que es de una extremada aridez, pero no un desierto.
[1][2] En la Tierra Muerta se combinan roquedales calcáreos con amplias plataformas o parameras, dominio de roca salpicado por sabina albar(Juniperus thurifera).
En 2010 se ha mantenido con agua durante todo el verano, algo que no sucedía desde hacía más de un lustro.
El sustrato geológico pertenece al Jurásico, de naturaleza calcárea – dolomítica, alberga formaciones kársticas.
[5] En los enclaves ácidos Pinares de Pinus pinaster sobre brezales y vegetación silicícola.