Su popularidad tuvo su auge a finales de los años setenta.
En los paquetes se incluían cromos (generalmente envueltos en sobres parafinados) que se incluían en colecciones de álbumes de cromos.
Estos cromos se coleccionaban igualmente en otros pastelitos comercializados por el Grupo Bimbo, como eran: Bonys, Bimbollos, Bucaneros.
En el año 2005 se reeditaron estos álbumes con el objeto de atraer a consumidores adultos por el recuerdo que tenían asociado a su infancia.
En 2024, esta situación llegó al punto de que a dicha usuaria, en las presentaciones de su segundo libro publicado (“Fatal, gracias”, el primero fue “Emprendades”), sus seguidoras le regalaron cajas y cajas de este pastelito dulce.