Los carcinomas de mama pueden encontrarse en dos formas principales según su origen.
Un noventa por ciento, aproximadamente, tienen su origen en el epitelio ductal.
El restante diez por ciento, en las células de los acinos glandulares.
El primer tipo, además, puede presentarse en formas variadas que suelen clasificarse como subtipos, existiendo distintos tipos de rasgos anatomopatológicos, macroscópicos y microscópicos, que los distinguen.
La clasificación puede presentarse como sigue:[1] Distribución: