El terreno es escarpado y ha evolucionado a lo largo de los siglos.
[6] Entre las especies arbóreas todavía quedan en el monte robles, encinas y enebros, así como pinares.
[7] En Añorbe, Puente la Reina y otras localidades próximas, como Artajona y Mendigorría, existen yacimientos arqueológicos que hacen pensar en una temprana ocupación humana del territorio de Valdizarbe.
Tal vez desde sus orígenes o en las primeras décadas del siglo X, gracias a la reconquista del verdadero configurador de la monarquía, Sancho Garcés I de Pamplona (905-925).
[8] El documento más antiguo referente a Tirapu hasta ahora conocido es la denominada Karta de Mutiloa, que data del año 1002 y aparece en el códice Becerro Antiguo del monasterio de Leyre (Navarra).
El correo se recibía de Puente la Reina, los domingos y miércoles.
Según Altadill, en 1920 residían 198 personas en 60 edificios, de los cuales ocho estaban diseminados e inhabitados.
Existía “un antiguo palacio en decadencia” y no escaseaban los escudos nobiliarios.
Sus tierras son buenas para el cultivo de cereal y viñedo.
[19] El monte, poblado de robles y encinas, tenía un valor especial para los vecinos.
En el monte pastaban sus animales, mayores y menores, que encerraban en los corrales de las bordas.
[21] Desde la inauguración del canal de Navarra (2006) se observa una tendencia creciente al regadío y a la siembra de maíz, alubias, guisantes y otros nuevos productos.
A principios del siglo XVII se producían unos seis mil robos de sal al año, que suponían un buen ingreso para los vecinos y los muchos peones que iban de fuera a trabajar en las salinas.
[25] Las eras salineras eran propiedad de los vecinos y algunas, del ayuntamiento, que las arrendaba periódicamente.
Estuvieron funcionando hasta la década de 1970 que, al no ser ya rentables, quedaron abandonadas.
Los pueblos de Valdizarbe formaron hasta mediados del siglo XIX una comunidad, con autonomía económica-administrativa y jurisdiccional, representada por un alcalde o diputado del valle y los regidores locales.
[27] Desde entonces Tirapu quedó como ayuntamiento independiente, organizándose según el régimen común.
La iglesia tiene planta de cruz latina con contrafuertes exteriores y torre campanario.
[34] El sistema de patronato laico perduró en Tirapu hasta 1970 en que, gracias a la nueva mentalidad introducida con el Concilio Vaticano II, la Iglesia se fue liberando de las injerencias laicas.
El edificio tiene planta rectangular y cabecera recta, sin tramos marcados al interior.
Esta última sigue haciéndose hoy día porque —como reza el himno a San Nicolás de Bari, compuesto por el añorbés don José Luis Lizarraga—, en Tirapu se le venera con cariño sin igual.
En 2006 fue recubierto y desde entonces el local, además de para jugar a pelota, sirve también para otros usos.
A finales del siglo XVI (1587) figuraba en una lista de pueblos vascohablantes.
Con motivo del milenario los vecinos revivieron algunos hitos importantes de su historia.
La alegría y la emoción del encuentro se fue difundiendo durante las tres jornadas, y especialmente durante la comida popular, que tuvieron en la bajera de casa Panchín, en donde se congregaron 150 comensales.
El número de asistentes a las jornadas culturales superó las previsiones.