Varios agentes de la policía y bomberos acudieron al lugar.
[10] Hubo diez muertes en el tiroteo, incluida la del perpetrador, aunque la policía no ha determinado las causas de su deceso.
[12] El Centro Médico del Valle de Santa Clara recibió a dos pacientes del tiroteo; uno de ellos murió a su llegada, mientras que el otro permaneció en estado crítico.
Posteriormente, encontraron en su poder libros sobre terrorismo y un cuaderno de notas sobre su odio a la VTA.
Se le preguntó si tenía problemas con alguien en su lugar de trabajo, y dijo que no.
Cassidy poseía numerosas armas de fuego registradas, incluidas escopetas y rifles largos, pero solo usó tres pistolas semiautomáticas en el tiroteo.
La VTA también anunció planes para ayudar a los sobrevivientes y las familias de las víctimas.
Biden ordenó que las banderas se bajaran a media asta y calificó el tiroteo como una "tragedia horrible".
El gobernador Gavin Newsom hizo comentarios similares durante una visita a San José.