Los no musulmanes son el blanco de los extremistas en Pakistán.
[1] Seis hombres armados y encapuchados que viajaban en tres motocicletas sacaron sus rifles AK 47 que estaban escondidos en sus bolsos y comenzaron a disparar.
Primero mataron al guardia de la iglesia en la puerta y luego entraron a la iglesia y comenzaron a disparar contra los fieles.
[2] El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, dijo que estaba entristecido por el asesinato de cristianos y acusó a extremistas entrenados del ataque.
[2] Dos días después del ataque, la policía lanzó una ofensiva y capturó a 22 sospechosos.