Los tofos gotáceos o tofos gotosos son depósitos voluminosos de cristales de ácido úrico que se desarrollan en el tejido cartilaginoso, tendones y tejidos blandos.
Por lo general, sólo aparecen después de que una persona haya padecido artritis gotosa durante muchos años.
Estos depósitos se desarrollan en un 50% de los pacientes con gota[1] y también pueden aparecer en los riñones, llevando a que se presente una enfermedad renal crónica.
[2] Otras localizaciones de los tofos gotosos incluyen la bursa del olécranon, los ligamentos periarticulares, el tendón de Aquiles, tejido celular subcutáneo de manos, pies y codos, cartílago nasal, aorta, miocardio, válvulas cardíacas, ojos, lengua, laringe y pene.
[3] No se forman tofos en el sistema nervioso central debido a que el ácido úrico no atraviesa la barrera hematoencefálica.