Tomás Reluz

Recibió la consagración del inquisidor general Juan Tomás de Rocabertí.

[2]​ Estudió en los colegios dominicos vinculados a las universidades de Salamanca y Alcalá.

Se le atribuye una gran caridad, pues parece ser que fue muy destacada su actuación durante la sequía de 1699, año en el que suspendió el sínodo y efectuó un reparto de grano entre la población.

No dio pábulo y se opuso a las tesis propagadas por fray Froilán Díaz, confesor de Carlos II y por Antonio Álvarez Argüelles acerca del supuesto embrujamiento del monarca.

En su mandato se edificó la capilla del Rey Casto en la catedral de Oviedo, derribando la antigua capilla prerrománica de Santa María del Rey Casto.