En 1931 aparece Mascando goma de estrellas (poemas bobos), muy valorado por la crítica.
Ya en la estética del surrealismo se sitúan sus poemarios de madurez Del amor violento (1933) y Cadera del insomnio (1935), en las que se aprecia también una veta neopopularista.
Por otro lado, escribió gran cantidad de greguerías, publicadas en su libro Chilindrinas.
También destacó como editor y galerista, fundando librerías que a la vez se constituyeron en espacios de difusión de pintura avanzada y de reunión de artistas tanto en Zaragoza como en Madrid y París.
Su editorial «Clan» publicó, entre otros, Violento Idílico (1949), del poeta surrealista Miguel Labordeta.