Tomás de Herrera

A los quince años ingresó como novicio en el convento de San Felipe de Madrid, donde profesó el año siguiente.

Estudió Súmulas, Lógica y Filosofía en el convento de San Agustín de Burgos y Teología en la Universidad de Salamanca, donde tuvo como profesores a Agustín Antolínez, Francisco Cornejo, Juan Márquez, Basilio Ponce de León, Francisco Domínguez y Bernardino Rodríguez de Arriaga.

En 1652 estuvo propuesto para asistente del general Filippo Visconti con residencia en Roma, pero renunció al cargo alegando motivos de salud.

Murió el año siguiente en Vinaroz cuando acompañaba al virrey en su viaje a Barcelona.

[5]​[b]​ Además de varios episcopologios que quedaron inéditos tras su muerte, dejó publicadas las siguientes obras:[6]​[7]​