Se encuentra a pocos kilómetros al norte de Mont Saint-Michel.
Según la etimología popular su nombre significa «la tumba de Hélène», debido a la historia de una princesa llamada Hélène, hija del rey Hoel, que se dice fue enterrada en la roca.
El nombre también puede provenir del tumulus belenis, el "Túmulo de Belenos", un dios celta, o bien provien de las palabras celtas que significan "la pequeña montaña", en contraste con el Mont Saint-Michel.
[2] En el siglo XI, dos monjes del Monte Saint-Michel se recluyeron en Tombelaine.
En 1137 Bernard du Bec fundó un convento en la isla, y se convirtió en un lugar de peregrinación.