Tommaso Badia

Ingresó siendo joven en la orden de Santo Domingo, fue profesor de Filosofía y Teología en los colegios de dominicos de Ferrara, Venecia y Bolonia, y estuvo propuesto dos veces para general de la orden, aunque ambas fue descartado, según algunos autores por su excesivo rigor.

[3]​ Durante el de Paulo III formó parte de la comisión creada para la redacción de la Consilium de emendanda Ecclesia con la que se pretendía analizar y remediar los abusos de la Iglesia católica, y participó en las Dietas de Worms y Ratisbona de 1540-41 en las que se intentaba componer las diferencias con la Reforma protestante, en la primera como teólogo del legado Tomasso Campeggio, y en la segunda como consejero de Gasparo Contarini.

[3]​ En el consistorio de 1542 fue creado cardenal del título de San Silvestro in Capite,[4]​ Ese mismo año formó parte de la recién creada Inquisición romana junto con los cardenales Carafa, Álvarez de Toledo, Parisio, Guidiccioni y Laurerio, y poco después, de la comisión encargada de supervisar las labores del Concilio de Trento.

[3]​ Fallecido en 1547 a los 63 años de edad, fue sepultado en el vestíbulo de Santa Maria sopra Minerva junto a Tommaso De Vio.

[5]​ Dejó escritas varias obras de temática teológica, aunque ninguna de ellas fue impresa.