El tondo (tondi, en plural) es una composición pictórica realizada en forma de disco y no en rectángulo, como es tradicional.
Pero es durante el Renacimiento cuando conoce su apogeo, en boga desde que los pintores italianos lo reintroducen, al redescubrir sobre todo la imago clipeata romana.
En el siglo XVI, el estilo pictórico del istoriato para la decoración de mayólica fue aplicado a grandes piezas cerámicas circulares.
Igualmente, a partir del Renacimiento es utilizado como elemento arquitectónico.
[1] El tondo se puso de moda en el siglo XV en Florencia, con Botticelli quien pintó varias Madonnas como la Virgen del Magnificat, y escenas narrativas.