Él se definía como «Sólo un granjero de Tipperary».
En 1985 unió fuerzas con los empresarios Christy Ryan y Liam Lonergan para lanzar Ryanair, un modesto proyecto que en su primer año sólo tenía un avión de 15 plazas para unir las ciudades de Waterford (sureste de Irlanda) y Londres.
Al año siguiente abrió otra ruta entre Dublín y la capital británica, ya con el firme objetivo de romper el monopolio de vuelos entre las dos islas del que disfrutaban Aer Lingus y British Airways.
No obstante, no sería hasta 1991 cuando Ryanair despegaría definitivamente gracias a la incorporación de su actual director ejecutivo, el también irlandés Michael O'Leary, quien ha convertido a la aerolínea en la líder del sector de vuelos económicos en Europa.
Según un estudio elaborado el año 2007 por el dominical Sunday Times, Tony Ryan tenía una fortuna valorada en más de 1.500 millones de euros.