En 1878 el rey Alfonso XII, durante una visita a la ciudad ocupó este palacio para hospedarse.
[3] Destaca la torre cuadrangular renacentista que, ejecutada en sillería y mampostería de granito, remata en merlones trebolados y matacanes, con atalayas voladas con aspilleras en las esquinas, denotando su carácter defensivo.
En la planta baja tiene galería con tendidos arcos pétreos y cornisas sobre las que se disponen rosetas y grandes escudos.
Todo el conjunto es sustentado por 12 columnas de orden toscano dórico.
Los sótanos del Torreón fueron restaurados como sala de Exposiciones.