El yacimiento presenta en superficie el alzado de una torre medieval, circular, que se apoya sobre otra construcción de planta cuadrada, que posiblemente corresponda a una turris ibérica.
Junto a estos restos, en la ladera Norte, se localiza una dispersión de tégulas, terra sigillata, etc.,[4] de época romana, cerámicas pintadas islámicas y vidriadas claramente cristianas.
Podría ser que la heredad por aquellos entonces solo estuviera compuesta por la torre y sus tierras para ser labradas, procediendo los labradores de aldeas cercanas como Fuente del Rey o Cazalilla.
[2] En 1401 ya se menciona la existencia de un cortijo, el cual tenía dehesa boyal propia, por lo que fue visitada por miembros del cabildo giennense para revisar sus mojones y límites.
[2] La torre se encuentra muy destruida, habiéndose conservando apenas sus cimientos, de mampostería irregular.