Es una atalaya nazarí, construida entre los siglos XII y XIV y que se seguiría usando como torre de vigilancia durante el siglo XVI.
La torre tiene una forma troncocónica y está construida en mampostería realizada con piedra del lugar y mortero de cal.
La entrada se realiza por una puerta de arco rebajado situada a unos 7 metros de altura a la que hoy se puede acceder mediante una escalera metálica fija.
En su interior posee una estancia de la que parte una escalera interna de un tramo curvo que permite acceder a la azotea de la torre.
La parte inferior de la torre tiene un hueco que permite atravesarla para acceder al borde del acantilado sobre el que la torre está construida.