Con esta nueva obra se pretendía conseguir un lugar adecuado para la colocación definitiva de las campanas y que así, al tiempo que seguridad y fijación, se lograra una mejor audición de las mismas en toda la población.
De esta manera nos encontramos con una torre realizada en estilo gótico y manierista mudéjar.
Es por esta razón, por la que cuando en 1837 las tropas del general Oraá ocupan Jérica, se decide fortificar la torre Mudéjar construyendo un fortín para poder ubicar la artillería.
Pueden distinguirse en ella dos cuerpos principales y la cúpula, que, a su vez, está rematada con linterna con luz propia.
[1] Este segundo cuerpo es el que contiene las campanas, las cuales se ubican en unas aberturas en arcos de medio punto.