Total Physical Response

[3]​[4]​[5]​ Blaine Ray, un profesor de español, adicionó historias al método de Asher para ayudar a los estudiantes a adquirir lenguaje no física, creando así las bases para lo que ahora se conoce como Teaching Proficiency through Reading and Storytelling (TPRS) basado en las teorías de Stephen Krashen sobre la adquisición del lenguaje.

[6]​ El método se volvió popular en la década del 70 atrajo la atención o rechazo de algunos profesores, pero no ha recibido apoyo generalizado por los educadores en general.

Es durante este período que la interiorización y el descifrado de mensajes ocurre.

Debido a su enfoque, el método TPR puede ser utilizado como alternativa para enseñar a estudiantes con dislexia o algún problema relacionado con el aprendizaje, los que comúnmente experimentan dificultades al aprender otros lenguajes con la instrucción tradicional.

Las actividades TPR son simples y no requieren una preparación especial por parte del profesor.

Este método no provee una forma al estudiante para que exprese sus pensamientos en un modo creativo.

"Cualquier novedad, si llevada por mucho tiempo, conllevará adaptación[8]​ Puede ser un reto para los estudiantes tímidos.

Entre estas dos fases hay una intermedia en la que el estudiante puede responder físicamente para mostrar la comprensión de un mensaje.

Seguimos un proceso natural en el aprendizaje de la lengua extranjera, intentando emular la forma en la que aprendió su lengua materna Algunos juegos y canciones (action songs[11]​) basados en la técnica de "Total Physical Response" Simón dice (variante): El profesor va indicando acciones (clap, jump, raise your hand, etc) y las va realizando a la vez que los niños.

Conviene que no sea siempre el mismo para mantener la motivación del grupo.

A medida que las va nombrando, el niño toca dicha parte del cuerpo, en forma de baile.