[1] Con esta victoria, Frantz consigue su segundo Tour consecutivo, dominando la carrera de principio a fin.
Aunque el resultado no fue satisfactorio, la fórmula se repitió en 1928, reduciendo la distancia entre las salidas de los diferentes equipos a 10 minutos.
[3] En muchas ediciones las etapas de montaña, especialmente en los Pirineos, habían decidido la carrera.
[6][7][8] Fruto de la internacionalización y el eco creciente del Tour tomó parte un equipo australo-neozelandés, patrocinado por Ravat.
[9] El equipo estaba liderado por Hubert Opperman, campeón nacional australiano en ruta varias veces.
En la novena etapa, con final en Bagnères-de-Luchon, llegaron las primeras grandes dificultades montañosas del Tour.
A diferencia de 1927, la etapa no fue ganada por Frantz, sino por Victor Fontan, que se encontraba a más de una hora y media en la clasificación general,[13] y al que se le permitió la escapada.
[15] Con la llegada de las etapas alpinas Frantz aumentó su ventaja hasta una hora y cuarto respecto al segundo clasificado.
[1] A su patrocinador, la casa de bicicletas Alcyon, no le gustó la mala publicidad que supuso el hecho, y quiso que Frantz fuera a un concesionario de la casa Alcyon para recibir una bicicleta nueva.
[18] Finalmente Frantz fue el ganador del Tour con 50'07" sobre André Leducq y 56' 16" sobre Maurice de Waele.
[19] Salvador Cardona acabó en decimoquinta posición, la mejor conseguida hasta entonces por un ciclista español.
El equipo Alcyon acapara las tres posiciones de podio, una situación que no se ha vuelto a repetir.
[20] El diario organizador de la carrera, L'Auto nombró a Victor Fontan el meilleur grimpeur, el mejor escalador.