Tráfico sexual

Estos crímenes de tráfico sexual se definen por tres pasos: adquisición, circulación y explotación.

Los lugares donde esta práctica ocurre abarcan todo el mundo y reflejan una intricada red entre las naciones, lo que hace muy difícil construir soluciones viables a este problema de derechos humanos.

Aunque estas naciones tienen la obligación bajo el Artículo 5, las leyes restringidas hacen que una menor cantidad de personas sean perseguidas por tráfico sexual.

Kara también enfatiza que hay factores en las caras de oferta y demanda del tráfico sexual, la cual contribuye a su práctica continua.

Con el fin de conseguir el control sobre sus víctimas, los traficantes usarán la fuerza, drogas y tácticas emocionales tanto como medios económicos.

Los traficantes algunas veces usan ofertas de matrimonio, amenazas, intimidación y rapto como medios para conseguir víctimas.

Un proceso común para los traficantes es primero ganarse la confianza de la víctima, en lo que se llama captación infantil.

Las solicitudes progresan de ahí y puede ser difícil para la víctima escapar.

Otra táctica es para los traficantes el secuestrar a sus víctimas, a las que drogan, atan y amordazan para que ellas no pueden escapar ni pedir ayuda, y las mantienen en confinamiento solitario en celdas acustizadas para evitar que puedan oírlas pidiendo auxilio además de recapturarlas en caso de intentar escapar.

Ellos suelen ir a lugares como centros comerciales donde es más probable para ellos encontrar chicas sin su padres.

El negocio modelo para el tráfico sexual es descrito por las trabajadoras activistas suecas en contra del sexo.