No fue casualidad que escogiera este medio para darse a conocer al mundo de la música.
El piano domina la obra en todo momento; obras posteriores del género muestran un enfoque más equilibrado.
El primer movimiento, Allegro moderato, está escrito en la tonalidad en mi bemol mayor, en compás de 2/4 y en forma sonata.
Sin introducción, el movimiento se abre con rápidas figuras de semicorcheas que constituyen la primera parte del tema principal.
En la recapitulación, Beethoven prolonga los diez primeros compases de la exposición, desarrollando aún más el material.
Allegro ma non troppo, está también en mi bemol mayor y en compás de 3/4.
Beethoven orquesta el tema del Finale de tal manera que todos los instrumentos tocan en el mismo registro, creando un sonido turbio y denso.
Aunque hay algunas inflexiones cromáticas en los pasajes melódicos, los episodios nunca se alejan de la tónica.