Presente en todos los grupos etarios, el trastorno por separación es más común en adultos (aproximadamente 7% de la población) que en niños (un 4% de la población aproximadamente).
Existen estudios que muestran que los niños y niñas que sufren del TAS tienen mayores probabilidades de tener TDAH, trastorno bipolar, trastorno de pánico y otros desórdenes luego en la vida.
A su vez, el concepto permanencia de los objetos emerge, al comprender que estos no dejan de existir al no ser vistos o escuchados.
Al empezar a comprender que pueden ser separados de su cuidador primario, no entienden que el cuidador ha de regresar, ni tampoco poseen un concepto del tiempo.
Esto produce una reacción enteramente normal, cuya aparición se da alrededor de los ocho meses y aumenta hasta los 11-15 meses de edad, cuando comienza a declinar.