Pero durante todo el siglo XVI las armas francesas fracasaron en sus objetivos ante la destreza de las fuerzas imperiales y españolas.
La división de los Habsburgo en dos ramas (una española y otra imperial) hará que Francia centre sus esfuerzos en vencer a la Monarquía Hispánica.
Pese a que las relaciones entre Francia y el Sacro Imperio estaban muy debilitadas, eso no impidió que Francia y Austria colaboraran contra la política revisionista de Felipe V en la guerra de la Cuádruple Alianza.
La situación europea de la primera mitad del siglo XVIII propició nuevos enfrentamientos entre Francia y Austria.
El motivo fue la muerte del emperador Carlos VI, quien en 1713 había elaborado la Pragmática Sanción para garantizar la sucesión de su hija María Teresa en los territorios austriacos y de su marido Francisco Esteban como emperador del Sacro Imperio.
En Francia el rey Luis XV se vio influenciado por el "partido" antiaustriaco para acercarse a Prusia y entrar en el conflicto.
Frente a esta alianza francoprusiana, Austria buscó el acercamiento con el Reino de Gran Bretaña.