Los primeros trenes populares circularon el 4 de febrero de 1965, inicialmente entre las estaciones Alameda y Lo Espejo con una tarifa de 10 centésimos de escudo[1] —ese mismo año fueron extendidos hacia Mapocho por el norte (el 5 de marzo)[2] y San Bernardo por el sur—, y para los cuales se habilitaron paraderos, que no siempre correspondían a estaciones ya establecidas, y que no contaban con boleterías.
[3] En el mismo tiempo también se habilitaron otros servicios de trenes populares que tuvieron corta duración, como el caso del servicio entre Alameda y Ñuñoa, el cual fue suprimido el 6 de junio de 1966.
[4] También se establecieron trenes populares en los tramos Concepción-Lota, Temuco-Freire y Llay Llay-San Felipe.
[5] En su época de máxima extensión las detenciones del tren popular eran: Mapocho, Bulnes, Yungay, Alameda, Departamental, Dávila Carson, Pedro León Ugalde, Lo Espejo, Tres Marcos, Chena, Santa Marta y San Bernardo.
[3][7] Once años después, en 1990, los servicios de trenes suburbanos retornaron a Santiago con la creación del Metrotren.