No se concebía que una persona sana tuviera estas conductas por ello se incluía en la categoría a personas y colectivos con características patologizadas en la época desde el conocimiento médico y las ideologías imperantes.
Las personas con discapacidad y neurodivergencia, con trastorno mental,[1][2][3][4][5][6] prostitutas, sin hogar, mendigos, vagabundos, alcohólicos, conductas sexuales y afectivas e incluso ciertas ideologías, contrarias al orden nacionalsocialista, se consideraba que debilitaban o estaban en contra de jerarquías, costumbres sociales, familia tradicional, trabajo, etc.
Fueron, por tanto, clasificadas como "enfermedades" con una perspectiva biologicista extrema y se les aplicaron políticas de eugenesia.
El origen es a menudo interpretado de forma errónea como un pubis femenino.
Algunos grupos proderechos de las personas con discapacidad han adoptado el símbolo del triángulo negro invertido (▼) en sus campañas.