Este aparato se suele situar en el fregadero y tritura la basura orgánica (restos de comida) mediante un motor eléctrico y la evacua por el desagüe ayudándose del agua corriente.
El resto de los residuos (plásticos y cartonaje) deben llevarse a los lugares tradicionales (sean separativos o no).
Resulta más cómodo porque no hace falta tirar la basura orgánica.
Requiere menos uso del sistema de recogida de basura, lo que supone un beneficio económico para las comunidades y ayuntamientos, ya que se elimina hasta el 45% del residuo total.
Estas cuchillas hacían trozos, lo que atascaba la red de desagüe.