Luego en el siglo XVII por pintores como Rubens tanto en retratos como para estudios preparatorios para pinturas.
Esta técnica fue popularizada en el siglo XVIII por artistas como François Boucher o Antoine Watteau.
La técnica de los deux crayons utiliza solamente dos lápices, por lo general tiza negra y blanca.
Esta técnica parece esencial para los pintores del claroscuro y paisajistas.
Así fue como Demarteau perfeccionó la técnica del lápiz, seguida por su alumno Bonnet, quien desarrolló una tinta blanca que imitaba perfectamente a la tiza y perfeccionó la técnica del lápiz al pastel.