La Tumba 7 es una construcción funeraria de Monte Albán, zona arqueológica localizada en la cima de un cerro que domina los Valles Centrales de Oaxaca (Oaxaca, México).
Se trata de un enterramiento célebre porque en su interior se encontró la mayor cantidad de objetos mesoamericanos hasta la fecha.
Aunque Monte Albán fue una ciudad fundada por los zapotecos, fue abandonada por este pueblo hacia el siglo IX de nuestra era, y reutilizado más tarde, como cementerio de las élites mixteco-zapotecas que dominaron Los Valles durante el Posclásico Temprano.
La Tumba 7 fue descubierta por Alfonso Caso Andrade y un equipo de arqueólogos en el que se encontraban Juan Valenzuela y Eulalia Guzmán, el 9 de enero de 1932.
Muy tempranamente Caso y sus colaboradores —entre los que se encontraban Eulalia Guzmán Barrón, Juan Valenzuela, Jorge Ruffier Acosta e Ignacio Bernal y García Pimentel— asociaron los descubrimientos de la Tumba 7 a la cultura mixteca, en contra de las hipótesis adelantadas fuera de México, según las cuales, los objetos que formaban parte de la ofrenda tenían una influencia maya primitiva.