Tumores de la órbita

Otro elemento clínico es la motilidad, que se manifiesta por un trastorno en el movimiento y por diplopía.

Los tumores que comprometen los nervios ópticos o sus vainas (gliomas, meningioma) alteran la agudeza visual más rápidamente.

La conjuntiva y la esclera nos pueden indicar alguna alteración por alguna patología vascular o tumoral, como el color salmón en el linfoma.

Aparecen generalmente en la primera década de la vida, produciendo asimetrías faciales, protopsis y desplazamiento del globo ocular.

Son tumores malignos, se dan en personas entre los 45 y 65 años.