Turleque, en una primera época, era un asentamiento agrícola perteneciente a Consuegra, donde los vecinos trabajaban las tierras y ocupaban en su descanso un caserío conocido como Los Turlequejos.
Con toda seguridad esta villa romana era habitada por labradores procedentes de la cercana Consaburum, la actual Consuegra.
Los turlequeños, recién estrenada su carta de población viven dedicados a la actividad agropecuaria.
Es un pueblo en formación que depende totalmente de Consuegra, centro jurídico y administrativo del Priorato.
No fueron los comienzos del siglo XIX muy agraciados con la población, ya que en 1802, fruto del agua estancada en la vega, se desencadenó entre sus habitantes una epidemia de tercianas, que se prolongarían hasta bien entrado 1805, considerándose una auténtica catástrofe.
A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 422 habitantes.