Está presente en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela, pero no aparece por encima de los 1000 m s. n. m., ni en zonas de temperaturas bajas, ya que la temperatura es un factor limitante para su supervivencia.
De alto potencial reproductivo (pueden llegar a las doce generaciones al año), los adultos son de hábitos nocturnos mientras que durante el día normalmente se esconden entre el follaje.
El adulto presenta una coloración grisácea con manchas negras en las alas anteriores, llega a 10 mm de envergadura.
Para detectar precozmente la presencia de Tuta absoluta en una zona productora, se usan trampas con feromonas sexuales.
Una medida recomendada es arrancar y destruir todo el material afectado, así como los restos de la cosecha.
También el efectuar un seguimiento y eliminación de otras plantas huésped que pudieran albergar a la plaga, especialmente de las especies silvestres que son sensibles a su ataque.
Aunque su acción estaba centrada en América del Sur, en 2006 se documentó por primera vez su presencia en España.