«Twist and Shout» fue la última canción grabada; el productor George Martin sabía que la voz de John Lennon se vería afectado con la interpretación, así que la dejó para el final, faltando solo 15 minutos para terminar la sesión de grabación.
Lennon estaba resfriado en ese momento, por lo cual bebía leche y comía caramelos para suavizar su garganta.
[3] Se grabaron dos tomas, de las cuales la primera fue la utilizada en el álbum.
George Martin dijo: «Traté de hacer una segunda grabación (...) pero John se había quedado sin voz».
«Twist and Shout» fue una de las canciones más interpretadas en directo por el grupo.