Un día el dictador Francia la encontró prostituyéndose cerca de su residencia, y en lugar de castigarla, declaró a la prostitución como una profesión virtuosa en el Paraguay.
De este modo ordenó que las prostitutas tuvieran que usar peines dorados en el pelo, al estilo de las damas españolas.
[cita requerida] Ubalda se casó con Juan de la Cruz Cañete, con quien tuvieron una hija, Francisca del Rosario (1842-1928), a dos años de la muerte de Francia.
Manuel Epifanio Peña comenzando así una larga dinastía de hombres y mujeres de estado, políticos e intelectuales paraguayos, tales como Manuel Jaime Peña, José Segundo Decoud, Pedro Pablo Peña, Manuel Peña Villamil, Silvana López Moreira, y Santiago Peña.
[3] Ubalda murió en Asunción en 1890, a los 83 años y fue enterrada en el Cementerio de la Recoleta.