Mientras Jeanne investiga los robos nocturnos, otro matón, Víctor Costa, secuestra a Zoé.
[1] Una parte del largometraje se animó en los estudios L'Enclume y Suivez mon regard, en Bélgica.
Le Figaroscope[5] dio a la película la nota máxima y habla de un «bello éxito».
No obstante, indica que «la animación del estudio francés Folimages puede parecer muy clásica con relación a los gigantes americanos», pero juzga en definitiva que «justamente este estilo se presta bien al clasicismo del género».
En Le Journal du dimanche,[9] Stéphanie Belpêche ve en la intriga cautivante, así como en la atmósfera y la música exuberante, los puntos fuertes de la película, aunque según ella «la trama sea bastante clásica», y no está convencida por «los gráficos minimalistas en 2D».
En Bélgica, el periódico Les Échos[12] dio una crítica en media-tinta del film, que, «aunque marcado por algunas innovaciones agradables, [...] sin embargo, presenta algunos pasajes aburridos».