El regreso de Xiaoyu al seno familiar trae no sólo recuerdos y heridas desagradables, también incluye conflicto, pues la menor de los Tao vuelve a la República Popular China con ideas nuevas, especialmente el reconocimiento a los individuos, incluso si esto va en contra del poder otorgado a la sociedad o al gobierno, caracterizado como autoritarismo de partido único.
El padre, Huang Tao (Wu Renyuan) es homosexual y en más de una ocasión ha mantenido relaciones con otros hombres; en el presente Huang mantiene una relación con uno de sus exalumnos: Feng Xi (Chen Zhenyuan).
Su productor y director de fotografía es el español José Val Bal.
[3] Una buena obra de arte dura para siempre pero un buen político sólo debería servir con una limitación de tiempo y condiciones denunció su directora al recoger el premio en la Berlinale.
En España se estrenó en la plataforma Filmin y fue seleccionada para el IV Festival de Cine por Mujeres Homosexualidad soterrada, heridas sin cerrar, paso del tiempo, La película también aborda temas como el racismo, las religiones, la búsqueda de apoyo emocional ante la indiferencia de la familia o el choque generacional y cultural.