El laberinto de calles estrechas, callejones y cantones, con confluencia a la Plazuela, delatan un urbanismo árabe.
En el siglo XIX, el antiguo cementerio que se ubicaba en los patios de la escuela hogar, es trasladado al convento franciscano, una vez que los frailes lo dejan en el año 1820, pero con la expansión del pueblo por esa zona, a comienzos del siglo XX, de nuevo es trasladado a su ubicación actual.
Con la riada del año 1955, y tras ser el pueblo propenso a las mismas, se hacen los canales, se empieza a construir la red de alcantarillado y una depuradora, se cambia el cauce del río, que antes pasaba apegado a las casas, dando lugar el espacio de huertos inmediatos al río, para la crear un parque, Urbanizándose la otra parte, ya que solo existían Las Casas Nuevas.
[1] Algunas casas típicamente regionalistas del siglo XIX, en las que alternan elementos neoárabes con lexicografías clasicistas y renacentistas.
Antiguamente existían diversas ermitas, que en la actualidad han desaparecido, solo quedando el nombre en la zona donde estaban ubicadas, además hay repartidas por las calles del pueblo un gran número de representaciones y manifestaciones religiosas.
En su interior su única nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos y, los brazos del crucero, con media naranja.
La Ermita, adosada a una cortijada, sufrió un incendio hace unos años y está cerrada al público.