Fue ministro de gobierno y senador nacional por San Luis.
Asumiendo provisoriamente la provincia Francisco Álvarez, realiza un acta junto con algunos vecinos para nombrar gobernador a Felipe Saá.
Además ordena que Juan Saá se ponga al frente del ejército revolucionario.
Al cabo unos meses delega el mando a su ministro Víctor Guiñazú para enfrentar a Wenceslao Paunero desde su cuartel instalado en Chorrillo (actualmente Juana Koslay).
El ejército revolucionario resultó derrotado en la Batalla de San Ignacio y por consiguiente Guiñazú renunció al poder.