[1] Tras diversas gestiones realizadas por el cronista barcense Francisco Mateos,[2] el propio grupo musical, noblemente, reconoció a Víctor Pérez como el autor de la canción.
Se le concedieron distintos Votos de Gracias (V.G.)
y fue premiado en el Certamen Nacional Pedagógico por la Asociación Provincial del Magisterio de Soria (28/06/1928).
Influido por la Institución Libre de Enseñanza, desarrolló en el campo de la educación conceptos renovadores dejando una profunda huella en varias generaciones de estudiantes a los que inculcó el amor y el respeto por la tierra, la tolerancia y la coherencia ideológica.
[5] El primero, titulado Mosaico, es un canto a la vida cotidiana: recoge el habla popular, las fiestas patronales, los carnavales… El segundo, el mencionado Gota a gota, puede entenderse como un prólogo a la experiencia singular que conlleva la incertidumbre de la existencia carcelaria en la situación límite de la guerra, resuelta en una esperanza sustentada por la «palabra escrita»: «Me dices que no escriba, esposa amada (…) / Si sueltos les dejara a mis dolores, / ellos cavarían mi sepultura (…) / Con mis rimas conjuro sus fulgores».