Las indicaciones más precisas sobre él se remontan al 477, fecha del reinado de Hunerico.
Fue testigo personalmente de las primeras violencias y persecuciones llevadas a cabo contra los fieles «católicos» por los vándalos, que eran arrianos.
Su propósito es pintar un cuadro de las persecuciones anticatólicas durante los dos primeros reinados vándalos.
Su historia contiene muchos documentos valiosos, a los que no se puede acceder de otra manera.
En su libro relata la toma de Cartago (439) por Genserico y en él insiste en la devastación provocada por los vándalos en la ciudad, destacando al mismo tiempo que eran arrianos (en su descripción se encuentra el origen del término vandalismo).