Se suele considerar como máximo exponente de este estilo a Joan Roís de Corella, sobre todo en lo que refiere a discursos, lamentaciones y parlamentos de sus protagonistas.
Se sabe por las letras de batalla, que entre la nobleza valenciana tomó el grado de gran moda del refinamiento y que hacían verdaderos esfuerzos por expresarse de este modo.
Así pues, la valenciana prosa en la literatura se convertía en manos de Joanot Martorell en una forma de representar a la gente acomodada.
Destacaba por ser un estilo retórico lleno de estructuras sintácticas complejas, abundancia de perífrasis verbales y continuas referencias clásicas al latín sin traducir.
Este estilo es la culminación de latinización sintáctica iniciada con los autores humanistas.