Valentino se sublevó y consiguió que el Heraklonas nombre a Constante como co-emperador.
Valentino orquestó la caída y la mutilación de Martina y Heraklonas unos meses más tarde, e impuso a Constante (de solo 11 años) como único emperador bizantino.
[1] A raíz de su fracaso en la guerra contra los árabes se sublevó, intento usurpar el trono y murió asesinado.
Martina y su hijo Heraklonas tomaron el poder, mientras que los leales de Constante, sobre todo Filagrio, fueron desterrados.
Se le rindieron honores cuasi-imperiales, sobre todo al permitirle llevar la púrpura imperial.
Sin embargo, su candidatura al trono fracasó, ya que tanto la población de la capital como los dirigentes del estado, el patriarca Pablo II ante todo, rechazaron su reclamo.