El valle de Benasque forma una unidad geográfica delimitada por toda la cuenca superior del río Ésera, la "Aigüeta Mayó", hasta que este sale del mismo formando un angosto cañón, el Congosto de Ventamillo, que perfora las Sierras Exteriores pirenaicas de Chía y Abi o Arbi y el Turbón, que cierran el valle al sur.
Esos macizos se estructuran en torno a cuatro valles: el central que forma el río Esera y los tres principales valles con aguas tributarias de este: Estós, Eriste y Vallibierna.
Alberga la unidad montañosa española de mayor extensión y altura que, geomorfológica y climáticamente, pueda considerarse netamente alpina, es decir alta montaña (de la que debe excluirse, por su meridionalidad climática, tanto a Sierra Nevada como al Teide, las únicas alturas españolas que superan las cumbres benasquesas).
Hay un pasado común en lo económico, jurídico, cultural, religioso, en torno a la Virgen común de Guayen, arquitectónico y las relaciones humanas e interfamiliares, que configuran el Valle de Benasque.
Su lengua es el benasqués, que se conserva plenamente viva tanto en el habla cotidiana como en la escritura.